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Más información Gestionar cookiesTener niños en el restaurante es lo más habitual del mundo, pero no siempre acaba siendo una experiencia positiva. Cada vez son más los restaurantes que incluyen ocio ideado específicamente para los niños con el objetivo de captar a la clientela de mediana edad. En muchas ocasiones, los jóvenes padres no saben a qué sitio acudir con sus pequeños para que estos no acaben aburridos o complicando una situación que se presupone agradable como es una comida en familia. Si en nuestro negocio no tenemos la opción de poder poner, por ejemplo, un parque infantil, una buena alternativa es reservar un espacio para colocar sillas y mesas infantiles con lapiceros, dibujos o juegos para entretener a los niños. Se lo pasarán bomba mientras los padres comen o cenan tranquilamente.
¿Por qué apostar por el mobiliario infantil?
La hostelería es un sector pensado para que el cliente encuentre cubiertas todas sus necesidades. Un grupo muy relevante dentro de esa amplia clientela es el de las familias, las cuales muchas veces no saben qué hacer para entretener a los niños y disfrutar por completo de la velada.
Para dar la mayor calidad y el mejor servicio, es básico que, como profesionales, aprendamos a solventar de antemano los problemas que puedan ir surgiéndole a cada uno de los segmentos de nuestra clientela. Por este motivo, los establecimientos dedicados a la hostelería deberían contar con mobiliario infantil, imprescindible para el entretenimiento de los más pequeños.
Muchos padres salen menos de lo que les gustaría por no poder disfrutar de una velada agradable. Los niños suelen cansarse pronto de permanecer sentados en una misma posición y lugar, y esto hace que las familias abandonen el restaurante más rápidamente que los grupos que acuden sin niños.
La mayoría de locales no están adaptados con mesas y sillas para niños, una solución simple y económica con la que los pequeños se distraen con mayor facilidad y dan más cancha a sus padres.
¿Cómo debe ser el mobiliario para niños en el restaurante?
Por mobiliario infantil nos referimos a muebles pensados para niños de tres a doce años. De vivos colores y llamativos, deben contar con distracciones atractivas como pueden ser lapiceros, algunos libros para colorear, todo tipo de juguetes desmontables... Lo importante es que las mesas y sillas estén adaptadas ergonómicamente al tamaño de los niños y que los juegos les resulten atrayentes.
Los muebles seleccionados deben tener tonos vibrantes, que resalten a simple vista y que inciten a los pequeños a sentarse para descubrir las propuestas que se colocan sobre la mesa. Es fundamental que el mueble en sí no les resulte demasiado pesado para poder moverlo y moverse con facilidad. Por ello, el plástico resulta una opción muy beneficiosa, tanto a nivel pragmático como económico.
En lo que respecta a las actividades que podemos colocarles sobre la mesa, hay un amplísimo abanico de opciones: mantelitos para colorear, menús con laberintos, sopas de letras, crucigramas... Cada edad tiene su complejidad: no podemos poner sudokus a niños de cinco años, por ejemplo. En cualquier caso, se pueden tener preparadas unas plantillas que escogeremos en función de la edad del cliente que quiera utilizar esta opción. Tales plantillas deberán tenerles ocupados un máximo de 45 minutos; a partir de ese momento su atención desciende, por lo que no tiene sentido complicar más de lo necesario las actividades. No obstante, esos 45 minutos pueden ser capitales para que sus padres consuman más y encuentren en nuestro restaurante la paz que iban buscando desde el principio.
Las ventajas del mobiliario para niños
Tener a los niños en el restaurante contentos es garantizar que los padres volverán a visitarnos en algún momento, puesto que les hemos ofrecido una experiencia agradable y en familia. Es una manera ideal de garantizar su tranquilidad y hacerles disfrutar de un rato de intimidad sin miedo al qué estarán haciendo los niños. Padres y niños saldrán encantados del local, ya que ambos grupos habrán disfrutado, a su manera, de una comida o cena planificada específicamente para su disfrute.
Un local habilitado para que los niños estén entretenidos no es tan común como pueda parecer a primera vista. La mayoría no cuentan con las características anteriormente descritas. Apostar por mobiliario para los más pequeños de la familia es una manera de diferenciarnos del resto, de aportar un elemento significativo que servirá como imagen de marca positiva. Los padres recomendarán nuestro establecimiento y los niños pedirán repetir en ese sitio tan divertido en el que estuvieron.
En definitiva, con todas las opciones que hay ya disponibles en el mercado, tener niños en el restaurante se puede convertir en una auténtica ventaja frente a nuestros competidores. Contentar al público infantil y adulto es tan sencillo como disponer en un espacio controlado una serie de mesas y sillas con actividades lúdicas.
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